Porque puedo viajar De un salto a las estrellas Y guardarlas como si fuesen moras del camino Puedo volver a la velocidad de la luz A cada rincón de los tiempos vividos Y llueven los dardos de los poetas Los pianistas empiezan a disparar Y en medio del humo surge un verso brutal No necesita a nadie que Venga a salvarle Nada le hará cambiar de opinión Tiene todas esas balas Con las que podría matarte Suerte que hoy esté de buen humor Porque puedo recorrer calles de huesos Cabalgar el veneno de un antiguo licor Volver a la cama sudorosa del primer amor Y llueven los dardos de los poetas Los pianistas empiezan a disparar Y en medio del humo surge un verso brutal No necesita a nadie que Venga a salvarle Nada le hará cambiar de opinión Tiene todas esas balas Con las que podría matarte Suerte que hoy esté de buen humor Porque puedo volver A las garras polvorientas A las fuentes disecadas Las escamas sedientas Al jardín abandonado de las hojas muertas A los raíles nevados del ocaso pendiente Y a los que gritan en el tintero Soñando desde las raíces de la tierra Y llueven los dardos de los poetas Los pianistas empiezan a disparar Y en medio del humo surge un verso brutal No necesita a nadie que Venga a salvarle Nada le hará cambiar de opinión Tiene todas esas balas Con las que podría matarte Suerte que hoy esté de buen humor Cree que el tiempo pone A cada uno en su lugar El que no haya pagao' tendrá que pagar Tiene todas esas balas Con las que podría matarte Suerte que haya decidido tener piedad