Hay un país Que la guerra marcó sin piedad. Ese país De cenizas logró resurgir. Años costó Su tributo a la guerra pagar, Hoy consiguió Que se admire y respete su paz. No, no conocí El azote de aquella invasión, Vivo feliz En la tierra que aquél levantó. Gracias le doy Al gran hombre que supo alejar, Esa invasión Que la senda venía a cambiar. Otros vendrán Que el camino no habrán de labrar. Él lo labró A los otros les toca sembrar. Otros vendrán Que el camino más limpio hallarán. Deben seguir Por la senda que aquél nos marcó No han de ocultar Hacia el hombre que trajo esta paz, Su admiración, Y por favor, Pido, siga esta paz.