Si no viera por sus ojos, no sabría que mirar si no gritara su nombre, no sabría que nombrar. Todo esto lo hace su sangre circulando por mis venas, de cualquier cosa me muero, seguro, menos de pena. No puedo quedarme a solas, me abrasa la soledad, a las cuatro me despierto porque le oigo sollozar. Cuatro vidas que tuvieran, las tendrían que entregar no sé si hay cárcel tan grande que guarde tanta maldad. Ya sólo tengo coraje por la fuerza que él me da, me cambiaba si pudiera para hacerle regresar y no para estar clavado a esta cruz de pies y manos con la lanza en el costado penando en este calvario. Con su gran manto de espinas cada día es uno más de momento soy tan sólo un muerto provisional que se ha cavado la fosa y no se atreve a saltar. Si pudiera comprar aire, lo podría respirar. Puesto que hay Dios para todos y a todos nos quiere igual y a las alimañas quiere porque las debe salvar que paguen aquí en la Tierra lo que tienen que pagar, ya veré en el otro mundo, si les puedo fusilar.