Cuento las algas que pueblan el mar, cuento los peces que puedo contar, las caracolas y todo el coral hasta las olas que vienen y van. Ya no hay más agua, más aire, ni más horizontes que pueda contar. Como soy rey y no puedo reinar me he convertido en estatua de sal. Sé que el tridente no da autoridad que la experiencia es tan perjudicial. Cuentan que sube sin prisa y sin pausa el nivel de las aguas del mar y es que hace tiempo se han puesto a llorar todos los seres que viven allá. Pasan gaviotas y algún cormorán, viaja hacia el sur una estrella fugaz. ¡Ay! lo que diera por sobrevolar mares felices libres de alquitrán. Cuento los barcos y pierdo la cuenta de tantos que llego a contar. Costa da Morte que estás frente al mar tu me enseñaste a gritar "Nunca máis". Costa da Morte que estás fronte ó mar ti me ensinache a berrar "Nunca máis"