Ni la vida es la vida que alguno soñó Las esquinas no saben que no existe dios Que murió entre los brazos del destripador. Lo que no mata engorda o nos hace crecer A sodoma y gomorra les huelen los pies. ¿se imaginan que el papa perdiera la fe? Hace falta tener dura la piel Y sentarse a esperar la inspiración Para hacer una canción. Mientras juegan su guerra nos toca mirar Soldadito de plomo, que envidia me das Que te han muerto en el nombre de la humanidad. Somos cartas marcadas que sólo ellos ven Somos piezas que forman el gran ajedrez De la historia peones que pueden mover. Si soñara despierto podría inventar Que los días son algas, la noche un disfraz Y esa luna desnuda el destino final. Que las alas del viento me lleven allá Donde nadie vigile la felicidad Y no extrañe tu ausencia si un día no estás.