En Nueva York se reúnen varios halcones decidirán el futuro de millones de hombres en los próximos meses, a la salida se harán fotografías sonrientes. Como era un poco tarde y la sesión. según palabras agobiante, se han ido cada cual y su cuadrilla al restaurant, El halcón correspondiente tiene varios buitres a su lado, compadrean, son aves de rapiña. Esto es como una escala meritoria, el buitre, a veces independiente, subirá el escalón inmediato: halcón letrado, variedad con manchas negras, es preciso tener varias medallas ganadas en combates de no importa qué guerra. O bien pequeño halcón ramero, saltarín de rama en rama, en este nos extendemos la razón de escalador se la han supuesto. Una coalición de los rameros suele eliminar ladinamente el insaciable halcón montano. La escalada refina el ademán del aspirante pierde garra y se convierte en descastrado y complaciente halcón campestre. Varios campestres convencen al redero, a saber, cazado con la red fuera del nido, obrero, también idealista venido a menos. La escalada culmina en una hermosa variedad de halcón: marino es un ave amansable, para despistar, enteramente blanco, a distancia es fácilmente confundible con una paloma. Bueno, estábamos en el restaurant, han acabado de cenar y un buitre fidelísimo en un coche del cuerpo diplomático le trae varias muchachas la alegre comitiva se enfanga entre sus brazos. A la nueva sesión, cogidos de la mano, recorrerán un trecho hacia la destrucción total, sonrientes al final llevarán un mensaje de esperanza a través del teletipo y el arrabal ingenuo gritará esperanzado: ¡viva nuestro ministro!