Aunque me digan que es popular Por los difuntos no he de votar. Los seis lanceros y el bengalí Son para el pueblo como caín. Son siete nombres, son siete muertos Resucitados por los banqueros, Siete cabezas, limpias, peinadas Con las ideas bien afeitadas. El caballo y atila Son un mismo animal Que nos quiere salvar. Cada voto que arranquen Es un paso hacia atrás Contra la libertad. Gesto y palabra bien aprendida Soy el estado, la calle es mía, Yo soy el orden, justicia y centro Son el ombligo del universo. Todos sabemos: son responsables De algún disparo contando el aire, De alguna fecha bañada en sangre, De sus humores ingobernables. Que dé su voto el terrateniente Que se lo niegue quien sea consciente. Que sepan todos que nos jugamos Todo el futuro o el de unos cuantos. Que no nos vengan con predicciones, No hablen de guerra ni de traidores. Mientras jalean, templan cañones Por si llegaran tiempos mejores. Que den su voto los usureros Los que amasaron gloria y dinero Entre miserias, cárceles y hambre, Que den su voto los responsables. Pero ninguno tuyo minero, Trabajadores del mar, obreros, Profesionales y comerciantes, No les entregue tu voto el miedo. No es su voz la que habla con sonsonete Que todo esta grabado en plaza de oriente. Bajo un cielo plomizo de arena y muerte, Bajo cuarenta siglos de someterse. Ya retornan los brujos al escenario Ya les darán las urnas lo que me callo. Que veamos sus caras a plena luz Y la marca en la frente del ataúd.