Hay que coger los dedos de una mano Así como yo hago, En un día e invierno desolado Y levantar el brazo A una altura donde puedas alcanzarlo Alzando la otra mano; Fijarte bien si tienes cinco dedos O tienes sólo cuatro, Si fuera así no debes preocuparte: Hay guantes inválidos. Llevar la mano izquierda a tu costado Con gesto reposado, Con gesto que no sea rutinario Extraes lo deseado, Lo acercas a la diestra descubierta, El pulso relajado, Deberás tener siempre el puño abierto; Es un instante raro, No sabes si la mano irá directa O pasará de largo; A nadie le deseo este momento Terriblemente incierto; Hay veces que se acierta a la primera, Es útil la experiencia, Si el dedo gordo entra sin violencia Resultará muy fácil, Entrará cada dedo tan campante En vuestro guante.