Eran tiempos de miseria; en la guerra y en la paz; eran tiempo de la violencia, tiempos de tempestad. Sólo había esperanza de que las cosas cambiarán, de que cambiarán las cosas para bien o para mal. Era difícil vivir, era difícil amar. Eran tiempos, duros tiempos; tiempos de tempestad; la tempestad azotaba los corazones y el mar. Y en olas y en corazones soplaba un viento infernal, era el soplo de los hombres era el soplo de Satán.