Si todo rueda y se mueve En el espacio y el tiempo Si somos velas al viento Si somos algas del mar Si todo rompe desgarra Rompamos juntos la amarra Avancemos sin mirar. Voy a hablaros, voy a irme Con vosotros al infierno Al infierno sin diablo Que anida en el corazón Para siempre condenado Por las patas, por el rabo Por los cuernos, por las alas Por pezuñas, por tridentes Al infierno entre los dientes Que lleváis en el pellejo Al infierno que encontráis Cada día en vuestro espejo. Voy a hablaros y deciros Que del infierno la espuma Que salpica nuestra cuna Apenas recién nacidos Es la misma que os abrasa En el barco y en la casa En la tumba y la taberna Que os persigue y os consigue Y al que huye lo destruye Y en nuestro cerebro bulle Fluye como un animal, Como un pulpo que con zarpas Nos araña y nos destroza Nos ciñe aprieta y acosa A golpes de vendaval. Esta espuma que en la bruma De las noches de invierno Brama, ruge y nos empuja A las puertas del infierno Es la red del imposible, La locura del borracho El dolor que no se dice, La rabia del humillado, La herencia de la injusticia, De este mundo desquiciado La amargura sin consuelo El hastío programado, La impotencia del amor ¡corazón amordazado! De la mar ensangrentada Y del vino derramado. Esta espuma que en la bruma De las noches del invierno Brama, ruge y nos empuja A las puertas del infierno, Es la vida a borbotones Brotando sin compasión De las fauces de este mundo En una mueca feroz. No podemos someternos A las cadenas y amarras No podemos, no debemos Aceptar que nadie escape No queremos, no sabemos No está escrito en nuestro mapa. ¡no hay cadenas! ¡no hay amarras! ¡todo se rompe y desgarra!