Todos los momentos que marcaron nuestro andar siempre nos dejaron en la puerta de un final. Las miradas, las jugadas sucias, las frases sin completar las cosas que no se dicen nunca evitando lastimar. Todos los caminos llevan al mismo lugar, cuando todo se termina nos cuesta aceptar. Dueños del lamento y de las dudas, lagrimeando en soledad Frente a la ignorancia del que no comprende mas que su verdad. Tristes, derrumbados Resignados a esperar estrellas fugaces Fríos, arrastrando nuestras alas como pájaros sin aire Sin poder volar, sin despegar Y permaneciendo siempre quietos en la cruel mediocridad La esperanza de un futuro y los que ya no están, solo son misterios que nos ponen a pensar Que tal vez no exista una respuesta de por que estamos acá Que la suerte y la desgracia siempre se definen por azar. Tristes, derrumbados...