Por el camino de la vida muy orgullosos vamos a cruzar, pues llevaremos los recuerdos de nuestra Secundaria Nacional. Y cuando estemos ya cansados de por el mundo sufrir y luchar, hay que volver nuestra mirada a nuestra Secundaria Nacional. Desde la choza o el palacio que nuestro destino nos deparó, tendremos gratitud y eterna lealtad por nuestra Secundaria Nacional.