Pobre de ti, pobre de mi, que solo encontramos a la vuelta del ocaso la soledad. Nunca una flor, nunca un amor, solo encontramos lo que nunca buscamos la soledad. Al parecer, moriremos, solitario sin nunca haber amado la soledad. Mientras tanto, seguiremos buscando... un amor solitario... que podamos amar... Pobre de ti, pobre de mi, que solo encontramos a la vuelta del ocaso la soledad. Nunca una flor, nunca un amor, solo encontramos lo que nunca buscamos la soledad. Al parecer, moriremos, solitario sin nunca haber amado la soledad. Mientras tanto, seguiremos buscando... un amor solitario... que podamos amar...