Desde la infancia Devoción de amor emanaban, Almas unidas Que la enfermedad separaba... Dos vidas mermadas en soledad. Se aman, se miman sin poderse rozar. Breves recuerdos, Afloran los tiernos momentos Y en tus sueños Hablas con él sobre un reencuentro. No temas, no llores, me encuentro bien. Mi vida, tranquila, cada noche yo vendré... Mientras recorro los ríos, los valles, los cielos, las nubes y los siete mares Seguire por ti esperando, ¡¡¡mi vida no llores que te estoy mirando!!! Hago castillos de arena en la luna, dibujo sonrisas en nuestra amargura... Relatos de mis suspiros que en la medianoche compartiré contigo... A las estrellas les comento cómo es el sol. Al sol le cuento la grandeza de nuestro amor... Espero viejita que seas feliz. No hay prisa, más tarde Nos hallaremos al fin