Siente al respirar, Se llenan mis recuerdos, De una oscuridad, Heridas tan profundas... Te busque, a través de mares Y lamentos, en soledad, Soñando encontrarte, Para ver si alguna vez tuviste, Un alma que pueda amar, Vida en lugar de mal. Mírame, reconoces aquel niño, Al que una vez robaste su inocencia, Para convertir sus días en oscuras noches sin final, Frías como el hielo, Que ahora llena todos mis sentidos, Con amarga confusión, Herido por tanto rencor. Creo que el remordimiento, Raíces que supiste atar, Camino solo en este infierno, Ayúdame a olvidar, tan solo a perdonar, Iras al mar, de tormentos a mis pensamientos, No podré soportar otra tortura más, Líbrame, de los gritos de las almas sin descanso. Dime si alguna vez tuviste, Un alma que pueda amar, Vida en lugar de mal. Creo que el remordimiento, Raíces que supiste atar, Camino solo en este infierno, Ayúdame a olvidar, tan solo a perdonar, Iras al mar, de tormentos a mis pensamientos, No podré soportar otra tortura más, Líbrame, de los gritos de las almas sin descanso.