Mi país nunca fue pobre Otros lo han empobrecido Con sus palabras de cobre Y por ellos aprendimos A negar lo que es posible En mi tierra, los ladrones Usan corbatas de seda Y desde plásticas mansiones Se reparten lo que aún queda De pobrezas invisibles En sus almas impermeables El dolor de otro es obsceno Con su lógica infranqueable Todo injustificable Lo remiten a los cielos Los domingos van a misa Y en sus diarios se publican Sus hipócritas sonrisas Perdonados hipotecan Lo que no les pertenece Y se casan entre ellos Para crear a nuevos dueños Que serán amamantados Por unos senos trigueños Que jamás son consultados En sus palabras de acero Y en sus almas impermeables El que es pobre es responsable Porque nació sin dinero El dolor de otro es obsceno Con sus plásticas sonrisas Y en sus domingos de hielo Estos dueños de mi tierra De maldad enriquecidos Hipotecan a los cielos El país nunca fue pobre Otros lo han empobrecido Y somos todos responsables Por haberles permitido El que eructen nuestros sueños Donde compran si no vendes Se derrota el que se vende Te derrotan si te vendes Nos derrotan si te vendes Se derrota el que se vende