Mi hermano era pescador y cuando iba a la mar cantaba una canción que suele hacerme llorar. Me contaba mi padre cuando volvía al hogar, traía en sus redes el viento, en su voz tranquilidad. Pescador, tu bote no volvió. Pescador, tu bote no volvió. Mi hermano no volvió una noche de la mar; el viento lo llevó a tierras de soledad. Mi madre quedó esperando, esperando su canción. ¡Si el mar era su faena y la luna era su amor! Mi hermano era pescador y sé que vive en el mar, en sus aguas halló leyendas de soledad. Y cuando suelo cantar la canción que le escuché mi madre me mira triste y me aleja de su red.