El eterno baile que, nos juramos una vez De mentiras llenara nuestro corazón Nuestro pelo danzará, rubio intenso brillará En un cortejo nupcial, rendidos al amor Temblando sin control, en nuestra cama Tocas mi mano como si nos uniera un conjuro, de amor Advertidos por un extraño Al susurrar que todo acabó No quedará más que tu mirada de cristal Y dos almas en pedazos Haremos tú y yo en el castillo Toda evidencia desaparecer Pues ya las campanas anuncian el final De él pecado cruel entre los dos Al poner, mis manos en aquél Espejo de cristal, todo parece irreal ¿En dos camas tú y yo, dormiremos desde hoy? Buenas noches duerme bien, te oí decir Pero suavemente sé, que la puerta has de abrir Para al fin venir por mí, y no te detendré Tus dedos besaré, muy lentamente Aunque urgencia de correr se apodere de mi ser, al final No apagues la luz todavía Me apena mucho la soledad La noche es oscura y mi almohada muy fría está Prefiero tu compañía Tengo miedo de que algo pase Esa no es mi princesa de miel Tus lágrimas dicen cuanto me equivoqué Pero tu mirada pide más A solas tú y yo, no existen papá y mamá Es solo un sueño más, una mentira Entre mis sábanas mi calidez tu serás La que me desnude y yo haga temblar Encerrados y bajo llave Sin nadie que nos pudiera ver Nos comemos con la mirada sin percatar Que ya estamos sobre el otro Excusándonos como niños Ya hemos apagado toda luz Con la condición de tu pelo no tocar O después alguien lo notará El tiempo se ha detenido Hay dos personas amándose Con ritmos desenfrenados en el corazón Buscando la sincronía Tu aliento roza mi cuerpo Suave centímetro a centímetro Quisiera pasar en tus brazos la eternidad Ser tu caballero para amar