El vacío era su interior, sentimientos sin respuesta, cuando el silencio caía divagaba en soledad. En su alma se retorcía la indiferencia de los demás, el dar por nada llenó de odio su corazón. El odio arrastró su mente a la frialdad, todos los deseos que él sembraba eliminados por los demás. No era de esa raza de superficialidad, ellos lo enterraron mas él los subestimará. Sólo teme caer en el intento, que la locura arrastre su mente, que su odio a él lo aniquile, que renazca en él el pasado. En su mente se retorcía la indiferencia de los demás, el dar por nada pronto sembró el odio en su corazón.