Lucía: volvió de nuevo con la misma amenaza. . . Joaquín: voy a marcharme esta noche de tu vida. . . Lucía: y en vez de hablarle y suplicarle como siempre, Mirándolo de frente le dije: "adiós, mi vida". . . Se quedó tan confundido que no supo qué hacer, Cuando vi que se callaba como nunca me agrandé, Y le dije en la cara tantas veces: "márchate!" Que de los nervios, al poco rato, Me empezó a lavar los platos. . . Lucía: ya lo ven, ya lo ven, es como dice la gente, Ya lo ven, ya lo ven, perro que ladra no muerde. . . Joaquín: con el orgullo destrozado en mil pedazos, Me fui mirando para atrás por si volvía, Cuando de pronto escuché aquel portazo, Me dije: "no hagas caso. . . ya volverá algún día". . . La llamé un mes entero y no me quiso responder, Me citó una mañana y mientras iba yo pensé, Debe haberse arrepentido pero cuando al fin llegué, No había nadie, sólo una nota. . . "en la calle está tu ropa". . . Lucía: ya lo ven, ya lo ven, es como dice la gente, Ya lo ven, ya lo ven, perro que ladra no muerde. . .