Peteco Carabajal

Carpintería José

Peteco Carabajal


Cuando José, el carpintero
Supo que iba a ser papá
Levantó a María en brazos
Para ponerse a bailar

Nadie puede imaginar
Lo hermosa que era María
Una perla en cada oreja
Hay mucha bibliografía

Todo iba de maravilla
En el hogar de José
No se hablaba de otra cosa
Que del próximo bebé

Mirando las estampitas
Nadie puede imaginar
Que el esposo de María
Era capaz de bailar

Por la noche conversaban
Cómo lo iban a llamar
A él le gustaba Jesús
A ella le daba igual

La dicha se interrumpió
Afirman las Escrituras
Al mismo tiempo que Herodes
Decretó la mano dura

Se mandaron a mudar
Vendieron lo que tenían
Ni siquiera se salvaron
Las dos perlas de María

Mirando las estampitas
Nadie puede imaginar
Que el esposo de María
Era capaz de pelear

Parecían dibujitos
Atravesando el desierto
Los dos a punto de entrar
En el Nuevo Testamento

Dormían a cielo abierto
Muchas veces no comían
Él le daba calorcito
Con la mano en la barriga

Terminaron en Belén
En un pueblo de cien ovejas
Un pesebre, luna llena
Y un montón de casas viejas

La soledad del lugar
Los dolores de María
José golpeaba las puertas
Pero nadie las abría

Mirando estampitas
Nadie podría decir
Que el esposo de María
Era capaz de rugir

Por un lado la fatiga
Por el otro el embarazo
José se enfrentó al pesebre
Y lo abrió de un rodillazo

Esto es música, señores
Esto es puro sentimiento
Un hombre y una mujer
Compartiendo un nacimiento

Mirando las estampitas
Nadie puede imaginar
Que el esposo de María
Era capaz de llorar