Bajo el viento seco y frío de los lirios Como un lirio escarnecido viene tu esencia a buscarme Y me insulta, y me combate Y me hace ver ese tren que nunca te compraré Y ese coche, y ese oso, y esa espada, y ese tambor Y ese trozo de pastel para prohibirte o ni siquiera prohibirte Ese trozo de pastel que yo nunca podré darte Ni oiré nunca tu llanto sobresaltando la noche Resentido sobre un sueño o en un arco de caricias Es por eso que me duele, ¿sabes? Y siento tu vertiginoso casi nada morderme las ingles Morderme las ingles de las lágrimas Porque a pesar de la carne y a pesar de ser deseo Fruto de invierno y chorreo de sangre a sangre cantando Eres una pena sorda que no mata y no se agota Eres sobre todo y todos Hijo con h y con j Saber de ti, sentirte tan hondo Tarantán, tarantán Sentirte así, saberme en el fondo Tarantán, tarantán Oír llover, oír llorar, oírte ser Tarantán, tarantán Oírte ser tarantán, tarantán Siento un sabor, regusto de estrella Tarantán, tarantán Y siento un dolor que deja su huella Tarantán, tarantán Me siento así una razón, me siento huir Tarantán, tarantán Me siento huir, tarantán, tarantán Desde el balcón ha huido la noche Tarantán, tarantán Y en mi canción se queda el reproche Tarantán, tarantán De no poder en realidad dejarte ser Tarantán, tarantán Dejarte ser tarantán, tarantán Amanece Y aún se se oye el eco del viento Describiéndole a la noche Las pastas de un libro de cuentos