Si tengo que afiliarme, yo me afilio A la caricia que procede de tu mano A las esquinas azules de la noche A las palomas que optaron por mi tejado Si he de detenerme, me detengo Ante el vino compartido con mis amigos Ante el barco de la vela y la sonrisa De la cajera del ultramarinos A todo eso que los misíles apuntan Con su ojo de fuego miserable A todo eso que la guerra arrebata A todo eso que soñamos habitable Si he de declararme, me declaro A la flor que nace en los escombros A la luna de abril enamorada A las olas de la isla del tesoro Si tengo que acercarme, yo me acerco A las largas colas de los minicines A los atardeceres en el puerto A la pasión de los boleros tristes A todo eso.................. Si tengo que rendirme, yo me rindo A los versos juveniles de Neruda A los sueños sublimes de la infancia Al beneficio saludable de la duda A todo eso..................