Cuando se alzó mi bandera la tuya lo haría igual y fue esa vez la primera que juntos quisimos volar. Más tarde una voz amada gritó con mucha razón: Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas. Puerto Rico, ala que cayó al mar que no pudo volar, yo te invito a mi vuelo y buscamos juntos el mismo cielo. Condiciones que no tienen que ver con tirar un tiro nos abrieron el camino mientras a ti te detienen. Esta tarea inconclusa tenemos que terminar pues quieren ver el final todos los muertos de ambos. Por donde salgas, yo salgo, siempre te voy a apoyar. Siguiendo el mismo camino nos volvemos a encontrar para juntos reclamar que se cambie tu destino. Y si acaso le negaran lo que por fuerza es de usted, yo lo invito a volar esta vez con el machete en las alas.