El mundo es una prisión Donde yo estuve cautivo Ni mi padre, ni mi madre Sacarme de ahí pudieron Sólo Cristo con su amor Por mí pagó en un madero. El día que a mí me salvó Me sacó de una taberna Donde me encontraba preso Él fue y rompió las cadenas Prometió hacerme feliz. Y darme la vida eterna. La gente que preguntaba Me presentaba su amor Era pura hipocresía De aquel mundo pecador Sólo mi Cristo me halló Él fue mi libertador. Él amó tanto a este mundo Que dio lo que más quería Sacrifico a su Hijo amado Por el amor que sentía Hacia un pueblo sin entrañas Que está preso todavía.