Amo lo que está lejos y nunca ha de ser mío A la mujer ingrata que no me supo amar Las bocas ya besadas me producen hastío Y pronto olvido el sueño que olvide realizar Insatisfecho y triste me repugna la vida A veces siento un íntimo deseo de morir Mi juventud se siente desgraciada y perdida Y en medio de la senda se resigna a seguir Llevo enfermo el espíritu de un hondo pesimismo El pesimismo amargo que deja el desamor Desconfió de todo no creo ni en mí mismo Y olvido mis sonaces por llorar mi dolor Alguien ahí que dice que exagero mi pena Que no es como yo creo tan estéril mi afán Que sus piadosos ojos con claridad serena Indagan en los míos lo que nunca sabrán