No es cuestión de que me llames Y me digas, que no me extrañas Que no me quieres ver Si cuando haces el amor con él Piensas en mí Y pronuncias mi nombre Como una diosa enamorada Tejiendo las alas de un ángel de luz Esto es cuestión de piel La sangre se consume Y el alfabeto resume Una despedida sigilosa Con mala intención Pero lo prohibido no detiene La flecha del milagro Este laberinto es tan extraño Y no hay duendes que me ayuden A salir de aquí El destino se burló de mí Te puso en mi camino Y hoy no sé si es mejor el olvido Lo cierto es que maldigo mil veces La hora en que te conocí Y es que jugar no conviene He sufrido, lo confieso Robaré un rubí, en vez de tus besos, y buscaré otra boca Que me haga feliz