(a roberto bianco Firme guardián de nuestras tradiciones) ¡cuántas emociones acuden a mi alma Y piden que las evoque en poesía, Para nunca olvidar la dicha vivida En patios de aquellos días! Es el patio, española herencia, Que cuidaron generaciones Para disfrutar esta querencia Y valorar sus bendiciones. Hogar de pájaros y flores Ajedrezado estuche de memorias Espacio de silencios y fragores De alegrías, sueños y penurias. Ay, la vida Que me regala la historia. En tus paredes sin pintar Resuenan siempre los sones De quien se atreve a cantar Y hace vibrar los corazones. Impaciente la ciudad te acecha Sin perdonar tu lujo de pobre Ruidoso progreso como flecha Hiere sin piedad tu cuerpo noble. Tiempo sin reloj ni urgencia Rescata cada patio salvado Estilo grato de convivencia Con celosa humildad guardado.