Hay cuervos blancos sobrevolando los tejados Nuestros silencios detienen su conversación. No somos almas en calma Ni treguas en celo Y nuestra distancia alcanza su máximo explendor. Hay camas abiertas para Vidas cerradas en falso. Nos tumbamos en ellas limitándonos a esperar. Nos hemos cruzado en la mitad Del camino que une La soledad con la soledad. Nos hemos dejado aventar Por un viento inmóvil Que no puede cicatrizar. Hay cuervos blancos devorando días muertos Hasta limpiar los huesos de un tiempo Que ya no volverá. Somo figuras de cera con fiebre en la memoria Monedas girando en el aire Sin suelo donde caer. Nos hemos dejado aventar Por un viento inmóvil Que no puede cicatrizar. Hay cuervos blancos... sobrevolando... lo que hemos sido... Nos hemos cruzado en la mitad Del camino que une La soledad con la soledad. Nos hemos dejado aventar Por un viento inmóvil Que no puede cicatrizar.