De la otra orilla del mar te estoy volviendo a llamar, después de haber recorrido contigo un trecho infinito, de la otra orilla del mar donde me has hecho llegar, cuenta en qué hay que renovarse qué hay que deba apuntalar. Darte a Ti aún más importancia a tu Reino, a tu verdad que evite andar a dos aguas y me exprima sin dudar, que confíe, que confíe, que no tema al qué dirán, ni a lo duro, ni al futuro y que me pierda en tu mar y que te meta en mi hogar ...