Dejando atrás el tiempo Pararía cada reloj del mundo para inmortalizar cada momento Dejó en la puerta cada miedo Y pude ver en su mirada el destello de cada uno de mis sueños Ella fue la única que vio lo que escondía por miedo Por temor a descubrir lo que no quiero Por miedo a sentirme vulnerable antes sus besos Solo quise sentir y me regaló alas con vistas al cielo Bendita paz que transmitía, descubrí en sus sentidos Y el tacto de su piel, pura melodía Sus ojos hablaban más que cualquier silencio Y de perdidos al río, conocí la magia de sus dedos Me dio su aliento, me dio su tiempo Me dio todo y más de lo que pude imaginarlo El reloj de arena se quedó vacío de momentos Y yo quedé vacío por el miedo a des bordarlo Cógeme la mano y no la sueltes más Vamos a la Luna para no volver Dejemos la guerra y hazme la paz Que si estás conmigo el mundo puede arder Me hizo ser alguien en las lagunas de mi alma Tomaron sentido muchas de mis poesías Me hizo que en esta guerra pudiese vivir con calma Y las heridas de batalla fuesen marcas de sus uñas Guardo rastros del carmín de sus labios De un plan sin mis fallos, de una vida sin daños Y a pesar de mis miedos, aseguró cada paso Me dijo estate tranquilo, que te acompaño al infierno Y no, ya no hay miedo a la muerte si tú me acompañas Hoy le ganamos la batalla a las tormentas Que las nubes ya no acompañan Y que si llueve esta noche, bailaremos bajo la lluvia Hablaba con sus ojos lo que callaban las con palabras cuando el silencio era puro y no Supe de este mundo, que sin creer en el amor, me convirtió en un apóstol de su credo Cógeme la mano y no la sueltes más Vamos a la Luna para no volver Dejemos la guerra y hazme la paz Que si estás conmigo el mundo puede arder