Adiós, adiós, adiós. Adiós, yo te digo adiós, simplemente adiós sin ofenderte. ¿Qué le importa a la razón quién de los dos la llevó amargamente? Estribillo: Te puedo decir una cosa, te puedo decir qué se siente. En la página siguiente encontrarás una rosa que en vida fue caprichosa y ahora duerme dulcemente. Adiós, adiós. Adiós, yo te digo adiós, simplemente adiós. Yo soy valiente Si la vida me negó lo que quise con amor, dulcemente.