Cuando veo el día en la ciudad, va y viene gente siempre igual. Y yo mismo uno más, con mis sueños y mis ansias, me pregunto que será, este mundo que será. Y quien soy yo, y los demás. Me pregunto más hasta callar. Siempre hay que crear un mundo nuevo, ese que es más viejo que los sueños. Te daré mi mano y veremos este amanecer de nuevos tiempos. Lo nuevo y lo viejo es como el cielo, siempre estuvo allí, no tiene tiempo. Amistad y amor son siempre buenos, si en la comprensión somos sinceros. Quiero encontrarme alguna vez, para preguntarme lo que sé. Y vivir dentro de mí sin buscar ni perseguir. Sin dudar en el timón, navegar en la razón. Mi rumbo al fin será el amor. Mi nave irá donde voy yo. Somos los que no podemos explicar, ni toda la ciencia alcanzará. Ni la técnica hará una flor ni el oro un gran amor. En los libros no está como se hace una amistad. Ni un sólo hombre tiene la verdad ningún poeta sabe algo más.