(Recitado) En nombre del patrón me permito recomendarle nuestra especialidad. Es un plato para altos funcionarios que sólo se sirve en los mejores restaurantes. Angurrias, histrionismo y cobardía con fetas de ignorancia y truhanería. Lisonja, adulación, vil reverencia, con salsa de crueldad y de violencia. Mendaz comercio, sórdida ganancia, usurpación, rapiña y arrogancia. Adelanto perverso, terquedad lucrativa y clorhidrato al plato con aceite de oliva. Y de postre tenemos sólo budín de pan y locas en almíbar bañadas con champán. ¡Bien Señor! ¡Sí Señor! Registré su pedido: de todo y para dos.