La primera palabra que me enseñaron fue Dios Fue allá por los grados primarios donde continuó Una vida en que ya, en la infancia existía el amor El amor a todas las cosas, la gente y la flor Transcurrieron los años y siempre escuchaba la voz Esa voz que repetía en mi interior No hay palabra que ya, señalaba la que estaba mal Que cuidara mi vida y viviera solo para amar Para amar, yo nací Tú nacistes para amar Se que oyes una voz que te habla como a mí Mi amada de siempre confieso oír esa voz Que en un día soleado a tu lado me acercó En tu suave voz y en tus ojos hay comprensión Y unidos amamos al mundo, la gente y la flor El amor a todas las cosas, la gente y la flor