(Zamba) Si alguna noche me lleva el cauce no llores sauce, no llores no, porque llorando no se hasta cuando se oirá la zamba del pescador. Después encima de la barranca tu sombra blanca se hará visión, en las orillas triste y sencilla verán los ojos del pescador. Zambita de la orillita del río que me ve pescar estrellas amanecidas en agua de soledad. Llegó esta zamba con la creciente cuando las verdes aguas Dios, venían bajando como cantando la triste copla del pescador. Llegó la noche en la barranca como una blanca y herida flor, buscando orilla triste y sencilla como la vida del pescador.