Por los valles calchaquíes mi suerte eché a andar, desde Tucumán a Salta Dios no se ha olvidao de nada. Cuesta arriba trepando voy hasta el Mollar. Quien dice Tafí del Valle dice Tucumán veranos de cabalgata fogones de madrugadas. Chango cantor, que nunca se apague tu voz. Nadie escapa a Cafayate donde vive el sol, febreros de serenatas bajo una luna de plata. Uva y sudor copleando estás, viñatero. Si piso un suelo de nubes me dejo llevar como un pájaro sin nido por la Cuesta del Obispo. No hay nada igual, en los valles me'i de quedar. Hice un alto en el camino porque en Pucará se afincaron mis ancestros a darle vida a ese suelo. De cielo azul gris soledad y pedregal. Telares como ningunos los de Seclantas con sus ponchos de artesanos que es el orgullo del pago. Y es su color la tinta de la tradición. Payogasta es un abrojo en mi corazón, si con los Ruiz de los Llanos y con mis primos hermanos pudiera estar, y en Cachi volverme a encontrar. Sos oriunda chacarera, que se oiga tu voz de Molinos a San Carlos de la Poma hasta Angastaco. Siempre serán los valles mi mejor lugar.