Recuerdos de una noche venturosa que vuelven en mi alma a florecer. Recuerdos que se fueron con el tiempo, presiento que reviven otra vez. Igual que aquella noche tan lejana, es esta de mi amarga soledad. La luna sobre el cielo azul te alumbra, como otra blanca luna que yo nunca veré más. Si quieres olvidarme, dejame... Dijiste la mañana que partí. Tú sabes que te quiero y te querré y tuyo es el cariño que te di. A nadie quise tanto como a ti y amante te ofrecí mi corazón. Yo sé que para siempre te ha perdido, mi alma, ya que todo ha sido sólo una ilusión. Así me reprochabas, sin saber, que yo compadecía tu dolor, que cuando me ofreciste tu querer yo estaba enamorado de otro amor. ¿Comprendes el porqué de mi partir? ¿Comprendes mi amargura en el adiós? Acaso con los años me hayas olvidado, ¡pero nunca yo!