En la inmensidad del bosque hallarás a un guerrero llorar por su amor inmortal. Suavemente la flor marchito su dolor y su cuerpo cayó en sublime emoción. Y en su oscuro rincón percibió el resplandor que emanaba su amada desde su prisión, Del bosque el salió, parecía ir a morir. No importó lo que pudiera pasar, se olvido. Al castillo llegó, con coraje avanzó, arriesgando su vida hacia su ilusión. Un murmullo escuchó, a la torre el volteó, su amada lloraba al verlo llegar a luchar. Y al fin llegó aquel momento esperado, cuando el pueblo se unió a ese guerrero. El así libró la batalla del pueblo, al gobierno opresor que un día invadió con terror. Y cuando por fin llegó la calma, el guerrero encontró a su mujer que estaba entregada hacia el. Y así al verla su mada, sanó heridas que llevaban en el fondo del corazón.