Permite, amiga lejana que esta guitarra apague su sed En los manantiales de tu alma, humilde andaluza, mora centenaria La esencia de esta madera fluye a las cuerdas con tu aroma pleno Sus curvas imitan el brillo de la luz que instiga en tus ojos morenos Te pido que dejes a esta viola que afina nostalgias Y que busca en tus brazos guarida Hallar en tu brisa, aliento de vida Prestale tu hechizo enraizado en la historia que alongas A esta hermana que abrazo en las noches A veces plateadas, milonga, milonga Dejala mirarse, en tu espejo de llantos y alegrías Un remanso en que se baña la luna, azul de melodías Tu fuente gaucha y serena dio a luz muchas perlas, flores cantilenas Que Osiris, Noel, Atahualpa, Alfredo y tantos hicieron eternas Estrellas guiando a poetas y humildes cantores las reverenciamos Dejame hacerte en el nombre de un mundo fraterno, justo y solidario