Es su corazón que brillará por siempre brillo en las manos de Dios, brillo en las manos de Dios. Es tan fácil acabar quebrado y perder de vista a quien te levantó. El maestro se inclinó tomo agua y comenzó a lavar los pies de este dolor. Es su corazón que brillará por siempre brillo en las manos de Dios, brillo en las manos de Dios. Hijo, como te encontras ahora comenza a lavar los pies con mi amor. De esta forma lo harás y un manto cubrirá de alivio tanta sin razón. Porque me amó decidió amarme hasta el fin porque me amó él me dio esta vida junto a él porque me amó me salvó. Siempre que clamé él me oyó, todos los humildes serán saciados, los que lloran van a ser consolados, todos los que buscan a Dios, lo encontraran. Es su corazón, ohoh