Hace unos años, a su edad sólo pensaban en jugar. Hoy, todo ha cambiado ya. La niña quiere ir a bailar. El papá dijo que no; él no sabe del amor. La mamá le sonrió. La niña no salió. Ella les explicó: "Hoy nada es igual, que mi vida cambió; yo ya sé del amor". El padre no escuchó... La niña no salió. Y es que, a veces, la razón nada importa en el amor. Que se ama sin pensar, sin importarnos más. "Acuérdate, mamá -la niña le rogó-; recuerda aquel ayer, cuando sentiste amor". La madre sonrió... ¡La niña al fin salió! Lairolá, lairolá, lairolá, lairolá, lairolá, lairolá. La niña al fin salió. Esta es la historia y la canción de una niña y de un amor. Esta es también la realidad. Así es la vida y nada más. Y es que hoy todo cambió sobre todo en el amor. Ya no piensan en jugar. Quieren ir a bailar. La historia terminó. Tuvo un feliz final: La niña fue a bailar, la edad no importa más, ya sabe del amor... ¡La niña al fin salió! Lairolá, lairolá, lairolá, lairolá, lairolá, lairolá, la niña al fin salió.