Cosas tan cotidianas, el sonido de un reloj. Cosas tan cotidianas, un abrazo entre tú y yo, palabras más cercanas con que pueda oír tu voz, la mesa puesta, la ventana, las flores en el jarrón, otro beso de los dos. Cosas tan usuales, un libro que leer, (se me viene a la mente la historia de un tal Cortés), coleccionar botellas, almanaques o yo que sé, eso no era lo acordado pero extraño sí que es. Qué más sencillo que esperarte siempre, qué más cercano que quererte cada vez, tan cotidiano como la lluvia en diciembre, tan esperado como un nuevo amanecer. Cosas tan cotidianas, una foto que mirar, abrir la puerta y encontrarme otra vez sin afeitar, mirar la hora y preguntarte ¿debes volver a casa ya?, o sin dinero en cualquier parte un paseo y otro más, pues no hay nada que gastar. Ahora mismo me doy cuenta, esta canción es anormal, nada es igual, todo es distinto cuando en mi presencia estás. Me has inducido a un imposible, será que me quieres probar, me pides cosas de diario siendo tú tan desigual.