Te miro y siento acelerarse mis latidos, la vista se me nubla y un suspiro me inunda y no me deja respirar. Prosigo esclavo de tu misterio prohibido, no creas que abril me pasa inadvertido que sigo estando loco por ti. Por ti, soy capaz de todo por ti, soy capaz de hacerte sentir mil sueños y es que por ti, soy capaz de todo por ti, porque tú me haces sentir que vuelo, que vuelo, que vuelo, que vuelo y ocupo todo el cielo. Confieso que cuando se abre un pliegue de tu falda me fijo, y es que hoy aún me encantas y me enloqueces cuando echas a andar. Recuerda que aunque Sabina dice que a los treinta el amor no quema, pero calienta, yo sigo ardiendo cada día por ti.