Tengo tempestad de sentimiento, tengo noches blancas y días negros, tengo mares de sol. Tengo sueños, que aún son sólo sueños, que hay quien dice que no están tan lejos. Dentro de poco un año más viejo y, bien mirado, es un privilegio haber llegado a los treinta y tres y aún no estar cuerdo. Si me pierdo que me busquen en tu piel, que allí quiero ser la paz y la guerra, el cielo, el infiero, el verano, el invierno, el agua y la tierra, el pasado, el futuro, lo claro, lo oscuro, el pan y la piedra. Tengo libertad de pensamiento, tengo batallas que ganarle al tiempo, tengo sed de canción. Tengo dudas sobre lo que creo y confianza en lo que no poseo, le tengo pánico a la violencia y no me importan las apariencias, prefiero abrir camino a vivir del recuerdo.