Casi no hablabas No te importaba ya la fiesta Solo mirabas Aquel muchacho de la orquesta Los versos de algún tango musitabas Y en tu pecho El compas acunabas Vino de golpe ese amor Entre unos acordés dulces En la voz de aquel cantor Cuando pasabas bailando Tus ojos le iban hablando Del amor que despertó Y al llegar el intervalo Casi corriste a buscarlo Cuando del palco bajo Después eras otra Tu rostro se iluminó Que contenta que volviste Esa noche no dormiste Pensando en aquel cantor