El cierzo helado mató las flores Que florecieron en mi rosal, Y de los tientos de mis amores, Solo y desierto está el barandal. Está en el patio la misma fuente Que mis canciones logró escuchar, Pero a su vera, con voz doliente, El cruel invierno viene a cantar. Las golondrinas que ayer tejieron Su amante nido, lleno de amor, Se consultaron y ya se fueron Hacia otros climas de más calor. Los copos blancos van sepultando Todo lo hermoso, todo el amor, Y ya en las almas está cantando La musa triste, la del dolor. Pero el invierno, con su tristeza, Pronto el reinado terminará, Vendrán de nuevo esas bellezas Y el mundo entero feliz se reirá. El alma mía, flor delicada, No ha sucumbido ante el dolor, Porque se sabe de ti adorada, Porque la cuida siempre tu amor.