Jorge Drexler

La luna de espejos

Jorge Drexler


Mabel, dejó
el bolso con unas amigas
y salió a bailar,
las luces violetas la protegían.
Mintió la edad
cruzando la pista vacía,
y lo abrazó,
sonaban las lentas, lo permitían.

Y la música siguió,
y la pista se llenó.
Giraba conversando con él.

Se habían visto alguna vez, 
un baile en el club de Salinas,
los comentarios de rigor, y la mano en la espalda la sostenía.
Un mostrador
de mesas de salón de clase.
La multitud.
La luna de espejos giraba en el aire.

Y la música ayudó,
vio la pista oscurecer.
Su cuerpo recostándose en él.

Mabel dudó,
pero no corrió la mejilla, 
y besó también,
fingiendo saber mientras aprendía.

Y la música cambió, 
y la pista despertándose,
y aquel perfume nuevo en la piel.