A los quince los cuerdos de atar me cortaron las alas A los veinte escapé por las malas del pie del altar A los treinta fui de armas tomar sin chaleco antibalas Londres fue Montparnasse sin gabachos, atocha con mar A los cuarenta y diez naufragué en un plus ultra sin faro Mi caballo volvió solo a casa, ¿qué fue de John Wayne? Me pasé de la raya con tal de pasar por el aro Con 60 qué importa la talla de mis Calvin Klein Nunca suple templar la guitarra que embrida mi potro Cuando el dealer me dijo que si no le dije que no La hormiguita murió, la cigarra se murió con otro Yo aposté por las fichas caídas de tu dominó Allons enfants de la patrie Maldito mayo de París Vendí en Portobello los clavos de mi cruz Brindé con el diablo a su salud Se llamaba Rebeca la gringa que empató conmigo Me sacaba la lengua en lugar de enseñarme a besar Me compró una tormenta después de robarme el abrigo Con la espalda mojada no hay nada peor que soñar Negocié tablas al ajedrez: Tu alfil por mis peones Abrevé en los pezones con sal de la mujer de Lot Antes de que tiñera noviembre mis habitaciones Descorché otra botella con la viudita de Clicquot Allons enfants de la patrie Maldito mayo de París Vendí en Portobello los clavos de mi cruz Brindé con el diablo a su salud Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga