Joan Manuel Serrat

Bienaventurados

Joan Manuel Serrat


Tom: Cm

Bb
La vida te la dan
                   C7
pero no te la regalan.
            F
La vida se paga
                G7
por más que te pene.
Cm                 F
Así ha sido desde que
Dm                      Gm     G
Dios echó al hombre del Edén,
Cm
por confundir

lo que está bien
              F
con lo que le conviene.

Bb
Si a plazos o al contado
             C7
la vida pasa factura,
            F
rebaña y apura
               G7
hasta las migajas.
Cm                F
Que si en cada alegría
Dm             Gm G
hay una amargura,
Cm                               F
todo infortunio esconde alguna ventaja.

Bb
Bienaventurados los necios
                                    F7
que se arriesgan a prestar consejos

porque serán sabios a costa
                        Bb
de los errores ajenos.

Bb7
Bienaventurados los pobres
                         Eb
porque saben, con certeza,
     F      Eb      Dm       Cm             Bb
que no ha de quererles nadie por sus riquezas.

Bb                                F7
Bienaventurados los adictos a emociones fuertes
                                            Bb
porque corren buenos tiempos para la gente marchosa.

Bb                                 F7
Bienaventurados los dueños del poder y la gloria
Dm                    Gm        C      F
porque pueden informarnos de qué va la cosa.

Bb7                                Eb
Bienaventurados los que alcanzan la cima
F                             Bb
porque será cuesta abajo el resto del camino.
Bb7                   Eb  D     Gm G
Bienaventurados los que catan el fracaso
C              F                 Bb
porque reconocerán a sus amigos.




En cualquier circunstancia
por lastimosa que sea,
busca la manera
de comer perdices;
que a pesar de lo alto que
nos coloquen el listón,
hay que brincar
con la intención
de ser felices.

Bienaventurados los castos
porque tienen la gracia divina
y la ocasión de dejar de serlo
a la vuelta de la esquina.

Bienaventurados los que aman
porque tienen a su alcance
más de un cincuenta por ciento de un gran romance.

Bienaventurados los que están en el fondo del pozo
porque de ahí en adelante
sólo cabe ir mejorando.

Bienaventurados los que presumen de sus redaños
porque tendrán ocasiones
para demostrarlo.